«Te echo de menos.» «No puedo creer que te haya perdido para siempre.» «No podré de nuevo levantarme…» Frases como éstas son las que alimentan el estado de resistencia. Nos resistimos a la idea de la perdida definitiva de alguien que formaba parte importante en nuestra vida. Y cuánto más se piensa, más duele, más cuesta levantarse y más cuesta seguir adelante. Ponemos resistencia a…
